Ricky y cía. El eterno debate.

Últimamente, y esto viene a cuento de una conversación que tuvimos el sábado, no hago más que escuchar: ¿cuándo es el momento idóneo para que Ricky de el paso a la NBA?
Y llámese Ricky, llámese Pepito. El baloncesto europeo de hoy en día, por una u otra razón que no voy a ponerme a analizar, está absolutamente obsesionado de ser escaparate para la que muchos llaman «la mejor liga del mundo».

Mis detractores argumentaban que siempre es un reto jugar contra los mejores jugadores del mundo. Hace una o dos décadas, quizá fuera un argumento de peso. Pero hoy en día, esos mejores jugadores cada vez son menos (y no sólo en el aspecto cuantitativo, sino también en el cualitativo: son menos, y peores… vamos, los Gasol y compañía no estuvieron a punto de ganarles por casualidad).

Las superestrellas americanas acaban reducidas a un jugador franquicia por equipo. También es lógico, pues todo el sistema americano está montado para que haya uno que destaque y el resto sean secundones; el draft es un claro ejemplo, se elige al mejor y en base a él se construye un ¿equipo?. De hecho, la prueba evidente es que entre esos superhombres, cada vez hay más europeos. ¿Alguien se imagina una Euroliga con Parker, Ginobilli, Dirk, Gasol y el resto de la tropa?
Puedo entender que los jóvenes europeos se vean tentados por los contratos multimillonarios que allí les ofrecen. Puedo entender que les ilusione la idea de jugar en el Madison, o puedo entender que quieran ver como el Lebron de turno les pega un mate en la cara. Pero, ¿por qué dominar Europa no es un reto contemplado por esta gente? Un tal Bodiroga, ¿ya no le suena a nadie?

En fin, realmente parece que este debate esté abocado a seguir siempre abierto. Europa es, a día de hoy, un mero escaparate de formación, una factoría de jugadores de la cual los norteamericanos podrán pescar con total inmunidad (pues es, al fin y al cabo, lo que queremos que hagan).
Yo, por el momento, dejaré la cuestión en el aire y abierta a quien, contrariamente a lo que se piensa hoy en día, crea que pueda haber una liga Europea verdaderamente competitiva a nivel mundial.

En cualquier caso, son casi las ocho y cuarto, así que voy a disfrutar de este y otros jóvenes prodigios antes de que (casi irremediablemente) nos los quiten de las manos…

Acerca de pauborreda

Periodista y fotógrafo
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