A Rosita. Y a Pepe, por su paciencia. Alzheimer. Qué palabra tan bella y qué enfermedad tan puta. Pocas palabras tienen esa sonoridad, con una hache intercalada precedida de una zeta que quizá en otra vida fue ce. Pocas enfermedades … Seguir leyendo →
Llueve. O más que doler, duele la lluvia. Las gotas impactan con fuerza, rompiendo en mil pedazos los últimos días de verano. Las nubes, lejos de dejarse caer, parece que escupan con rabia, que tiren a dar con esa mala … Seguir leyendo →