Una seria avería

Este hombre suele estar siempre por aquí, me dijo mientras me miraba a través del espejo. Hay que ver cómo están las cosas. Cada vez se ve más gente como él, pidiendo en los semáforos. Fíjate, que yo tengo algún que otro conocido que lo está pasando muy mal por esto de la crisis. Si es que la cosa está muy fea. Seguía hablando sin apartar la vista del cristal. ¿Crees que se solucionará pronto?, me preguntó de pronto con tono escéptico. Yo me limitaba a escucharlo y asentir en silencio. No había sido un día especialmente agradable. Estaba cansado y no tenía ganas de hablar. Ni siquiera de que él continuara haciéndolo, pero apenas acababa de conocerle, y mandarle callar entonces habría sido un gesto demasiado descortés por mi parte. ¿Sabes qué pasa?, seguía. El problema es que no se trata de ninguna tontería. Es una cuestión de fondo, está en el centro de todo. Y para arreglarlo no basta con cambiar una pieza. Hay que replanteárselo todo. Cambiar todo, empezar de nuevo. No es una avería insignificante. Es algo que afecta al motor, a alguna de las válvulas. Se ha fastidiado la correa de transmisión. El líquido de frenos, el cigüeñal. Algo así. No entendía por dónde iba. La conversación, o mejor dicho el monólogo, había adquirido un aire algo extraño. A pesar de que comenzaba a dolerme un poco la cabeza, aparté levemente la mirada y continué haciendo como que escuchaba atentamente. Por ejemplo, este creo que debe tener seis válvulas. Tres pistones, dos por cada válvula. ¿O eran cuatro válvulas y dos pistones? No, seis. Sí, seis seguro. Seis válvulas, tres pistones, el cigüeñal, un par de bielas y el clutch. No se ha estropeado un manguito de una de las bielas. Se ha roto algo gordo. Y para arreglarlo, debemos cambiarlo todo. Por primera vez, se percató de que no le seguía y me miró extrañado. ¿Pero tú tienes estudios? Asentí, extrañado por la violencia con que había lanzado la pregunta. Entonces es que no entiendes de coches. Frenó en seco. Fin de la carrera. El taxímetro marcaba 5,60€. Pagué y me bajé del coche. Hay que cambiarlo todo, no podía parar de repetirme. 


Acerca de pauborreda

Periodista y fotógrafo
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