A mi amigo Christopher John Francis Boone
(es un secreto)
El Pobre de Mercadona es un hombre pobre que pide dinero en la puerta de Mercadona. Es sordomudo y tiene seis hijos. Lo sé porque la primera vez que lo vi tenía un Cartel Indicativo, como los productos de Mercadona. Tiene la piel muy morena y una Gran Panza debajo de la camisa. Siempre lleva la misma camisa. Sus manos son muy grandes, ásperas y fuertes, como las de un albañil. Y esto lo sé porque siempre que lo veo en La Puerta de Mercadona me Choca esos Cinco. Al principio sus manos me daban un poco de miedo. Ahora me gustan, y me alegro cuando me Choca esos Cinco cada vez que lo veo en La Puerta de Mercadona.
El Pobre de Mercadona va a trabajar en bici. Su bici es vieja, y en la parte de atrás tiene una pequeña cesta en la que él deja Sus Cosas, como por ejemplo Su Silla Plegable. Antes la aparcaba junto a él, justo al lado de La Puerta de Mercadona, pero ahora la deja en la acera de enfrente, donde hay un Aparcamiento para Bicis, y nadie se la quita, porque todo el mundo sabe quién es El Pobre de Mercadona.
El Pobre de Mercadona llegó a El Barrio hará aproximadamente dos años, dos meses y seis días. Desde entonces, todos los días, a primera hora de la mañana, despliega Su Silla Plegable y se sienta en La Puerta de Mercadona a ver pasar la gente. Alguna Gente lo mira con Desprecio, que es cuando no te gusta lo que ves. Otra Gente se para y le da una moneda. Mi Padre siempre decía que Esta Gente era Buena Gente. Ahora, casi todos los que pasan por La Puerta de Mercadona, se paran a darle una moneda, por lo que El Barrio se ha llenado de Buena Gente. Y eso me gusta y me tranquiliza.
Antes de estar El Pobre de Mercadona, había una Abuela de Pelo Blanco que te daba los Buenos Días, y te decía Que El Señor Esté Contigo, y Qué Hijos Más Bonitos Tienes, aunque no tuvieras hijos. Era muy amable, pero yo creo que decía todo eso porque en el fondo quería que la Buena Gente se parase a darle una moneda. Ahora está El Pobre de Mercadona, que no te dice todas esas cosas porque es sordomudo y ya tiene un Cartel Indicativo que lo dice por él. Por eso me gusta, porque no dice nada y se limita a sonreír, que es lo que haces con la boca cuando estás Feliz.
El Pobre de Mercadona tiene una mujer, que es La Mujer de El Pobre de Mercadona, y también es pobre. La Mujer de El Pobre de Mercadona despliega Su Silla Plegable en La Otra Puerta de Mercadona y ve pasar la gente. A veces, El Pobre de Mercadona y su mujer discuten. Mi Madre dice que él es un machista y, aunque no sé muy bien qué significa, eso no me gusta y me incomoda porque es algo malo. Pero en el fondo yo sé que no lo es, porque si lo fuera, la Buena Gente se daría cuenta y dejarían de darle monedas.
Al principio, El Pobre de Mercadona se limitaba a estar sentado todo el día y ver pasar la gente. Por eso su Gran Panza cada vez era más grande. Pero ahora ha encontrado otro trabajo. Aparca los coches que pasan por La Puerta de Mercadona, que no quiere decir que se meta en el coche y lo aparque, sino que desde fuera da instrucciones al conductor para que lo aparque él mismo. Los conductores, que suelen ser Buena Gente, cuando salen del coche le dan una moneda.
Mercadona es un Supermercado de Confianza, lo que quiere decir que puedes ir allí a hacer La Compra de la Semana, porque ofrecen confianza y eso es bueno. Mi Padre y yo siempre vamos los viernes por la tarde a hacer La Compra de la Semana. Mercadona se rige por La Ley de la Oferta y la Demanda. Eso quiere decir que en la puerta hay unas chicas que se llaman cajeras, porque trabajan en La Caja Registradora, y dejan que te lleves comida a casa a cambio de monedas y billetes. Mi Padre siempre guarda una moneda para dársela a El Pobre de Mercadona y éste nos Choca esos Cinco y sonríe, como signo de agradecimiento.
Desde hace aproximadamente tres meses y veintidós días, El Pobre de Mercadona ya no está en La Puerta de Mercadona. Ahora se sienta Unos Metros más Allá, porque un día salió El Encargado de Mercadona, que es un hombre que lleva traje y corbata y se cree muy importante, y le dijo que no podía estar ahí porque Molestaba a los Clientes. El Pobre de Mercadona es sordomudo, por lo que igual no le entendió, pero ya se encargó el otro de mirarle con Desprecio y hacerle gestos con las manos. Mi Padre dice que El Pobre de Mercadona no molesta a nadie, o que al único que molesta es a El Encargado de Mercadona. Mi Padre dice que lo que pasa es que es Rumano, de Rumanía, y que por eso a El Encargado de Mercadona no le gusta. Dice que igual, si en vez de Rumano fuera Hacendado, sí que le dejaban estar en La Puerta de Mercadona. Pero yo esto último no lo entiendo.
Eres un crack. Me ha parecido estar leyendo «El curioso incidente del perro a medianoche».
Claramente inspirado en
Al leer EL Pobre de Mercadona, me ha recordado al inolvidable Forrest Gump, no por que fuera pobre, si no por la forma de entender la vida. Muy bueno
Muy bueno. Me recuerda los relatos de Urmuz, un escritor rumano de lo más surrealista.He leido tus crónicas de Todobasket, o Solobasket. En dos palabras: muy buenas. Y eso que no soy aficionado al Baloncesto. Pero soy aficionado a Pau Borredá…..Ramón Barreiro.
🙂 yo también he pensado en El curioso incedente del perro a media noche… o en Un pequeño inconveniente, que le pega más a tu relato. Me estás sorprendiendo (positivamente hablando).