Conocido casi exclusivamente por La Terremoto, este pequeño municipio del área metropolitana de Madrid pasará, a partir de hoy, a estar en boca de todos (aunque tan sólo sea por unos días, pues ya se sabe de la corta duración de las noticas actualmente) gracias a la gesta lograda por su equipo de fútbol.
El Alcorcón, un modesto club de Segunda B ha logrado vencer a uno de los equipos con más presupuesto de Europa. ¡Con razón El País titulaba su artículo como «Real Alcorcón«! Y es que no es tan sólo lo que el mérito deportivo por parte de estos jugadores supone, sino más bien la desacreditación que conlleva de la mano de todo aficionado merengue (y me sé más de uno) hacia su querido equipo.
Sorprendieron ganando en casa, pero quizá lo más relevante es que lograron sobreponerse a toda la presión mediática levantada desde entonces. Consiguieron vencer a los flashes de las cámaras, a los titulares de los periódicos y al ensordecedor ambiente del Bernabéu para poner en entredicho lo que ya desde este verano se preveía más como un negocio rentable que no tanto como un producto deportivo. De hecho, fue el propio Florentino quien, sonriente ante las cámaras y orgulloso con cada nuevo fichaje (a cada cual más caro y opulento) se mostraba convencido de que lo que construía era en realidad no más que una gigantesca campaña publicitaria; tan sólo un compendio de futbolistas guapos y atractivos capaces de vender camisetas como churros.
Y así ha resultado. Los cerca de 300 millones invertidos en el Plan F (de Florentino) se habrán convertido en muchos más, gracias al negocio del marketing comercial. Pero esta barbaridad de dinero (incalculable para un ciudadano de a pie) se ha convertido también, por otra parte, en tan sólo un gol marcado, por cuatro recibidos, en un total de 180 minutos jugados ante todo un poderoso Real Alcorcón (sin ánimo, por supuesto, de restar mérito a nadie). Y lo que ello supone: caras largas y silbidos, muchos silbidos pidiendo la dimisión de nadie sabe quién.
El caso es que, a fin de cuentas, cada cual tiene lo que se merece. Unos obtendrán beneficio en forma de dinero, y otros los obtendrán en forma de títulos. Con ambiciones económicas más que deportivas, injusto y también extraño me parecería que este club ganara nada este año. Con todo, sólo queda decir: Hala, Madrid…