Hace ya unos cuantos veranos veíamos todos desde nuestro sofá esta entrañable imagen. Gasol y compañía levantando el título de campeones del mundo (que se dice pronto).Hasta aquí todo parece color de rosa. Pero, ¿qué pasa cuando los i
ntereses de un grupo confrontan con los intereses de otro grupo? Me estoy refiriendo a la ya conocida lesión y posible ausencia de Pau en el Eurobasket, que se disputará el próximo mes de septiembre en Polonia.
Gasol se lesionó el dedo índice de su mano izquierda durante un entrenamiento y tuvo que ser operado de urgencia. Ahora deberá estar entre 12 y 14 días de reposo, hasta la retirada de sus puntos; y un total de 20 con una férula en el dedo. Sólo a partir de entonces podrá empezar a tocar balón, por lo que llegaría muy justo al inicio de la competición.
Pese a todo, nuestro Super-Pau se muestra optimista ante los medios. «No veo por qué abandonar», afirma (declaración, a mi entender, algo egoísta; pues otros jugadores lesionados, como Berni, conscientes de su limitación, han decidido renunciar de antemano. Pero bueno, eso es otro tema y no entraré en más detalles de los necesarios).
El caso es que el jugador parece estar más ilusionado que nunca. Y, cómo no, el maravilloso grupo de amigos que es nuestra selección (porque, no lo olvidemos, aquí nadie juega por intereses lucrativos o económicos, NO, tan sólo son un grupo de amigos que se divierten jugando a esto) también se han mostrado muy optimistas con la presencia de Pau en el torneo (véanse declaraciones de Scariolo y Navarro).
Pero, ¿qué ocurre con «los otros», con su equipo, con los Lakers? Como era de esperar, el médico del equipo ya ha viajado a España para ver en qué estado se encuentra su pequeño gran diamante. Según parece, el equipo angelino está demasiado pendiente (resulta comprensible) y han decidido hablar con el médico español para seguir el tema más de cerca.